No podremos evitar que nuestros ojos se humedezcan

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Categoría: Noticias
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No podremos evitar que nuestros ojos se humedezcan

Por: Guiller Vilar

Fuente: Cubarte

Hoy quiero hablar de un trovador modesto y discreto, que cuando termina de escribir los versos de una composición musical, es el viento quien se adueña de dicha obra para elevarla hasta lo alto del firmamento y hacerla llegar así hasta la hondura de nuestros sentimientos. Con un artista de la talla de Raúl Torres, se cumple aquello de que para decir lo suyo a tiempo y sin permiso, no hay que armar mucha algarabía para que lo escuchen, pues desde una sencillez impresionante, ha logrado que piezas como Candil de nieve, Devuélvemelo todo, Frío y Se fue respectivamente formen parte de lo mejor en una selección de la canción de temática amorosa de los últimos tiempos.

Necesariamente, Torres no es lo que se pueda clasificar como un compositor pródigo, de esos que se empeñan es escribir aunque la musa este de vacaciones y en tal sentido, se toma su tiempo. Sin embargo, cuando está inspirado, cuando está sinceramente comprometido, hay que arrimar una silla para sentarse y prepararnos para ser cubiertos de la habitual serenidad en el cantar de este trovador, de esos que saben cómo decirnos cosas tremendas, pero reposadamente.

Cualquier nueva composición de Raúl Torres en el terreno de las relaciones del amor entre la pareja, no sorprenderá a nadie por el renovado lirismo que este es capaz de otorgarle a la misma, pues ya nos tiene acostumbrados. No obstante, su canción El regreso del amigo, dedicada a la memoria del mejor amigo de Cuba como así bautizara el Comandante en Jefe Fidel Castro al Presidente Hugo Chávez, representó en el conjunto de la obra de Torres, una señal de personal sensibilidad del trovador para   asumir creativamente situaciones de mayor complejidad temática desde ángulos diversos.

Semejante figura histórica dentro del actual contexto de la política internacional, especialmente en lo relativo a nuestra América, pero sobre todo por el amor que Chávez siempre manifestó hacia Cuba tanto en el fundamento de su palabra como en hechos concretos, son acciones que no se olvidan. En tal sentido, el trovador ha asumido el agradecimiento al Presidente venezolano por parte de nuestro pueblo en El regreso del amigo, canción de acertada coherencia entre el texto y la música, pero sobretodo marcada por un aliento de plena franqueza, como el que corresponde al nivel de relaciones entre naciones hermanadas.

Como todo cubano, no hemos podido apaciguar del todo, la pena que nos embargó al enterarnos de la noticia del fallecimiento del inolvidable Comandante en Jefe aquella noche del pasado 25 de noviembre. Era la pérdida de un familiar querido quien durante décadas permaneció entre nosotros y cada cual lo recuerda a partir de las experiencias vividas. Abrumados ante la carga de una tristeza irremediable, a solo horas del lamentable suceso, nos sorprende la inesperada aparición del video de una hermosa canción, canción que en aquel momento fue recibida como el bálsamo añorado. Obra emblemática de Raúl Torres, Cabalgando con Fidel es portadora del sugerente texto que ha devenido en paradigma de la cohesión del respeto y la ternura, matizados por una atmósfera de sublime elegancia al navegar en el universo del amor de todo un pueblo por su líder. Raúl pudo convertir al dolor en versos de singular relevancia poética para una canción estructurada desde el rigor profesional inherente a un experimentado maestro de exquisita sensibilidad. Se trata de un compositor que cuenta con la madurez imprescindible para dominar aquellos matices que les han permitido recrear la auténtica obra de arte que constituye una pieza como Cabalgando con Fidel.

Finalmente, Raúl Torres nos ha entregado una canción donde la mesura de su interpretación, el justo equilibrio entre todos los factores que contribuyeron a su excelente realización y el buen gusto predominante en esta obra de alto valor estético y de profundo humanismo, fundamentan las directrices esenciales para honrar al Comandante desde la belleza del Arte. Tan es así, que tenemos la certeza que independientemente del transcurrir de los años, cada vez que un cubano escuche la música de Cabalgando con Fidel, no podremos evitar que nuestros ojos se humedezcan.