Con el habitual concierto de clausura, matizado por el magistral acople de la música sinfónica y popular, el tributo musical al Maestro Electo Silva y las rondas corales, concluyó en esta ciudad, la edición 32 del Festival internacional de Coros.
En la Sala de Conciertos Dolores, el joven y virtuoso compositor, arreglista y cantor del Orfeón Santiago, Melvin Rodríguez, estrenó en la jornada final este domingo, el tema Remembranza, dedicado a su Maestro y al de tantas generaciones de intérpretes cubanos, Electo Silva Gaínza, cuyo nombre prestigió en 2017, por primera vez, el festival que fundó y dirigió por más de 40 años.
Un coro gigante integrado por los orfeones participantes en el evento cantó el tema, que evocó el talento y consagración artísticos de Silva Gaínza, fallecido en esta oriental urbe el 30 de mayo último, a los 88 años, y quien fuera considerado el decano de la música coral en Cuba.
Como una sorpresa recibió también el público la entrega del tema Carnaval, de la autoría del Maestro Guido López Gavilán, quien para la ocasión dirigió a la Orquesta Sinfónica de Oriente, acompañada por los emblemáticos Tambores de Enrique Bonne, y con participación destacada de Joaquín Solórzano, que brilló una vez más con el singular toque de la corneta china.
Como es tradicional, las rondas corales por la ciudad deleitaron a nativos y visitantes, quienes se congregaron atraídos por la melodía de voces que, más allá de su exquisita técnica, demostraron que también hay talento cuando se canta con el corazón.
En Plaza de Marte, la Loma del Intendente, así como en las calles Moncada y Santa Rita, estuvieron los orfeones, que al concluir el trayecto en el céntrico parque Céspedes, cantaron Dulce embeleso y Juramento, de Miguel Matamoros, entre otros temas reconocidos de sus repertorios.
Casi una treintena de coros participaron en esta edición del festival, que en 2019 se celebrará del 28 de octubre al tres de noviembre, y estará dedicado al Maestro Leo Brouwer en su cumpleaños 80.
