Thank you for rating this article.Por Madeleine Sautié
Fuente: Granma Digital
El Premio Nacional de Diseño del Libro 2017 le acaba de ser entregado a José Alberto Menéndez Sigarroa, en la Feria Internacional del Libro de La Habana.
Entre las razones «oficiales» que hicieron que Pepe Menéndez –como es más conocido– mereciera a sus 52 años el prestigioso galardón, cuenta «su aporte extraordinario a la visualidad contemporánea cubana»; sin embargo, otras causas son también responsables desde hace mucho del resultado de su trabajo.
«Siempre fui prolijo y atento, pero también cuestionador y reflexivo. Con esos mismos “ingredientes” pude haber sido otra cosa, pero elegí ser diseñador gráfico», revela el artista, Director de Diseño de Casa de las Américas, quien se animó a conversar con Granma.
–En sus palabras de elogio aludió en varias ocasiones a los maestros que lo han precedido. Agradecer parece ser una de sus máximas…
–Valoro mucho el pasado de mi profesión, abundante en obras significativas y autores notables. Lo que somos hoy no se puede explicar sin las diversas ramas de este árbol frondoso cuyo tronco está sembrado un siglo atrás. Conocer, entender y sentirme conectado con ese pasado le da más sentido a lo que hago. Luego están los maestros directos, los profesores que tuve en el Instituto Superior de Diseño (ISDI). Quisiera destacar a tres: Antonio Cuan Chang, arquitecto dotado para la organización; Hugo Rivera, artista chileno con aires de patriarca y enseñanzas sin par, y Esteban Ayala, fino diseñador gráfico hoy olvidado, de quien mi generación aprendió mucho a pesar de su mal carácter.