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La Revolución cubana es el mayor acto educativo y cultural ocurrido.

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La Revolución cubana es el mayor acto educativo y cultural ocurrido.

Por  Astrid Barnet

Al inolvidable pensador revolucionario Fernando Martínez Heredia fue dedicado el espacio Balcón Latinoamericano que, mes tras mes, patrocina la habanera sede de la Casa del Alba Cultural actividad, que este mes de mayo contó con la presencia y el apoyo (FLACSO-Cuba) de académicos y profesores universitarios y, en especial, con una mesa de conferencia representada por el doctor Aurelio Alonso, connotado filósofo y vice director de la revista Casa de las Américas, además de los jóvenes profesores Giselle Armas y Alejandro Gumá.

Rememoró el doctor Aurelio Alonso que "en la primera mitad del siglo XX en Cuba, como en el resto de la América Latina, los ideales socialistas se sostenían bajo el influjo bolchevique con el patrocinio de la Tercera Internacional que Lenin fundara con tal propósito y después de su muerte, lamentablemente temprana, desde el diseño introducido por el estalinismo. En el plano teórico el marxismo llega a Cuba en los años del triunfo de la Revolución cubana, en el lenguaje y la conceptualización del socialismo soviético. En el plano político, proclamamos el socialismo en abril de 1961 (...) El sistema de escuelas políticas que se creó en aquella época difundía el pensamiento marxista a través de los manuales soviéticos y las lecturas manualizadas, pero una lectura teórica más original que destacara la diversidad en la agenda ideológica no existía. Las fi guras más audaces de la generación fundadora del socialismo cubano --quienes incluso liderearon la Revolución del Treinta--, fueron criticadas como indisciplinadas como fue el caso de Raúl Roa quien, para mi gusto personal, afirmo que fue el pensamiento marxista más genuino de todos aquellos quienes sobrevivieron a la Revolución del Treinta para conectase después a la Revolución de 1959.

En los sesenta se hacía urgente conectar con el marxismo a un pueblo que traía a Martí en el alma, y que había aceptado el socialismo en un rapto emocional, aunque el peso de la evidencia práctica lo certificara como una aceptación certera (...) Así, Konstantinov, Rosenthal, Nikitin, Afanasiev...entre otros, entraron en las aulas de nuestra nueva academia con tarjetas de crédito ilimitado.

Al invocar el papel de la revista Pensamiento Crítico, Alonso destacó que "siempre apuntamos que no era una publicación de pensamiento, pero no escatimábamos la oportunidad de publicar formas de pensamiento (...) José Martí siempre fue una inquietud en aquel grupo de jóvenes marxistas que escribían en dicha revista. La publicación de su número 41, correspondiente a junio de 1970, fue la primera y única vez que decidimos dedicar un número al Marxismo por considerar que es y, según palabras de Martínez Heredia en la introducción: "(...) La ideología política más importante del mundo actual". Algo que considerábamos una necesidad del colectivo que había comenzado a madurar en una serie de conocimientos con vista a unir una serie de miradas propias y otros textos que (reitero), considerábamos fundamentales en la tercera generación de pensadores marxistas y que eran desconocidos".

A continuación resaltó el doctor Alonso que: "Fernando reconoció a la Revolución cubana como el mayor acto educativo y cultural ocurrido (...) en especial en los cambios culturales de las personas que las hacen ser superiores a sus circunstancias y a sí mismas, a sus valores generados (...) Las revoluciones fueron, han sido y son la única vía factible para resolver en el plazo más breve posible, las cuestiones fundamentales de un país (...) Existen otros problemas en la historia del pensamiento que son fundamentales. Quien quiera ser marxista, tiene que serlo a partir de la filosofía y no anunciarse como de filosofía marxista. Esta sería una parcialidad que ni tan siquiera Marx reconocería.

"El número 41 de la revista Pensamiento Crítico merece hoy lectura y debates por otras generaciones que serán más críticas que nosotros, pero que al mismo tiempo sacarán más provecho de ello", afirmó finalmente el prestigioso pensador marxista.

Por su parte, durante su intervención, la profesora Giselle Armas mencionó algunas herramientas que, ante posibles desafíos brindara Martínez Heredia en su obra como intelectual revolucionario: . Ir hacia una elevación de la politización de la sociedad y su participación en la profundización del socialismo cubano . Que continúe elevándose el papel protagónico de la juventud  .Que el poder político hegemónico continúe teniendo la justicia social y la redistribución a favor de la mayoría  . La necesidad de crear y perfeccionar en una economía política que oriente la economía hacia una transición socialista . Tomar conciencia de las características fundamentales del capitalismo y de la manera de vivir que genera, difunde y mantiene y a la vez qué significa el socialismo para nosotros . Debemos identificar bien nuestras deficiencias, las diversidades y las fuerzas con las que contamos  . El rescate en términos sociales de la manera de vivir socialista (...) defender el socialismo a partir del pensamiento y concepción guevarista, donde el ser humano es lo más importante en una sociedad y su motor principal  . Desarrollar la conciencia revolucionaria hasta convertirla en acción organizada para transformar los imposibles en realidades  . Frente al pragmatismo económico-social debemos potenciar el desarrollo de la conciencia revolucionaria (...) y el papel histórico de la conciencia social  . Practicar la solidaridad como ley primera sin importar la coyuntura . Ganar la batalla de la participación de quienes están dispuestos a reconquistar las mayorías  . La participación política real se convierte en vehículo fundamental para desarrollar la conciencia revolucionaria  . La participación política de la juventud es importante para los cambios sociales. Esta deberá transitar hacia comprender no sólo su participación en el gobierno y la gestión, sino también como uno de los mecanismos más importantes en el socialismo  . Entender que la participación política juvenil no está sólo conformada por organizaciones tradicionales, sino que debe tener otros espacios colectivos que debe potenciar para la construcción del socialismo cubano.

La disertante profundizó también en la observancia que Martínez Heredia realizó en los problemas sociales actuales cuando explicó que: "En estos momentos existen proyectos en disputa socialistas y capitalistas; pugna que no es debida tan sólo a la influencia del imperialismo norteamericano, sino que también es hija de nuestras malas prácticas, entre las que se incluyen el dogmatismo, el oportunismo, la desunión...Algo que debe y tiene que hallar como fuerzas de contención socialista a factores como el humanismo, la solidaridad, la participación política real por parte de las mayorías...pues somos millones de cubanos dispuestos a emplear las armas ante cualquier ataque imperial. La ideología capitalista no sólo se está insertando en la vida cotidiana del individuo sino también en sus instituciones, en enfrentamientos e ilusiones y este es el trabajo subversivo como único camino posible que hoy está realizando el imperialismo con más profundidad que nunca antes en las prácticas sociales y políticas de nuestra juventud, como mecanismos de profundización capitalista.

"Sin embargo existen sectores juveniles que nos autoreconocemos como sujetos del proyecto socialista; si bien somos herederos de la cultura política y de los valores del sentido socialista acumulados durante el proceso de transición, buscamos la radicalización de la Revolución pues, al igual que planteara Fernando, habrá que aferrarse al socialismo o volveremos al capitalismo (...) Estamos más comprometidos que nunca con el deber que tenemos de profundizar en el proyecto socialista", concluyó la joven profesora.

En su interesante exposición Alejandro Gumá hizo hincapié en algunos desafíos actuales acerca de los cuales profundizó Martínez Heredia. Estos fueron, entre otros, la necesidad de fomentar el hábito de pensar y el debate del pueblo, como cuestión imprescindible para que las propuestas del proceso de actualización del modelo econòmico y social cubano de desarrollo socialista, su deber ser, no terminen siendo postradas por una implementación que adolezca de falta crónica del control popular.

"A esto se añaden algunas interrogantes realizadas por Martínez Heredia: ¿Cuáles son las alternativas de política económica que tiene el país? ¿Qué consecuencias prácticas está teniendo la política dominante en curso? Estas son preguntas que exigen a las Ciencias Sociales el cumplimiento, sin sujeciones, de su papel esclarecedor".

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