Una exposición de artículos y documentos relacionados con la Tumba Francesa La Caridad de Oriente se exhibe desde este jueves en la Sala de Arte del Museo Emilio Bacardí a propósito de la declaración como Patrimonio Mundial.
La muestra, frente al céntrico parque de Céspedes en el corazón de la ciudad, celebra los 15 años transcurridos desde que la Unesco confiriera esa distinguida condición de la humanidad a esa agrupación, que en días recientes arribó a sus 156 años y mantiene por generaciones la continuidad de su linaje cultural.
Llaman la atención los carnets de asociados, las vestimentas de los bailadores, tocadores de tambor y cantantes, elementos decorativos como collares, instrumentos musicales, diplomas y otros reconocimientos recibidos en esa larga trayectoria, muebles y partituras del canto yubá.
Resaltan entre los documentos los que refrendan los premios Memoria Viva, otorgado por el Instituto de Investigaciones Culturales Juan Marinello, y de Cultura Comunitaria, así como estímulos correspondientes a esta ciudad.
De acuerdo con fuentes del Centro provincial de Patrimonio, durante el 2018 se desarrollará un programa de celebración de esos tres lustros como Patrimonio de la Humanidad y el más de siglo y medio de la fundación de ese colectivo, marcado por la tradición y el patriotismo, desde las gestas independentistas.
Para resguardar tan valioso patrimonio, exponente genuino de la cultura popular tradicional, se han introducido cambios que favorecen su renovación y permanencia como son la incorporación de mujeres al toque de los tambores, antes privativo de los hombres, y la inclusión más amplia de personas interesadas.
El origen de esas sociedades se remonta al siglo XVIII, cuando en las plantaciones cafetaleras los amos franceses permitían momentos de esparcimiento a los esclavos, quienes imitaban en sus bailes la refinada gestualidad de la corte versallesca sin renunciar a los tambores africanos.
