A la décima, la música y la danza que enaltecen la autenticidad de lo cubano se unieron tradiciones de varios pueblos latinoamericanos, mediante la presencia de varios de sus exponentes en la edición 56 de la Jornada Cucalambeana, que se desarrolla en Las Tunas.
Desde el primer día de la fiesta suprema del campesinado cubano, y hasta el 1 de julio, hijos de México, Honduras, Guatemala, Chile, Timor-Leste, apenas han tenido pausas para enseñar su folclor, mediante danzas y cantos.
Y hasta representantes de la diplomacia de Egipto y de Dinamarca se han sumado al encuentro cultural para impartir conferencias y conocer las peculiaridades de los artistas profesionales o aficionados que asisten al jolgorio de homenaje a Juan Cristóbal Nápoles Fajardo (El Cucalambé), el poeta popular de mayor alcance en el siglo XIX en Cuba.
Primeramente, varios grupos foráneos actuaron en el parque central de la ciudad de Las Tunas, donde los lugareños pudieron conocer las distintas formas de sus expresiones culturales y los vestuarios originales de sus regiones.
Luego se trasladaron a la calle que lleva el nombre del bardo tunero y al principal escenario de la jornada: El Cornito, lugar campestre donde vivió Nápoles Fajardo y sirvió de fuente de inspiración para cantarle con sus décimas a la campiña cubana.
Así, los tuneros, por ejemplo, han conocido al Ballet folclórico Alma de México, con sus bailes representativos de los estados de Jalisco y Sinaloa, así como al grupo Zat Balam, que identifican a las etnias misquita y garífuna.
La pandemia Covid-19 fue el obstáculo mayor para que no se celebrara de la Jornada Cucalambeana en el 2021, pero ya en el 2022 comenzó a renacer y según sus organizadores continuará cogiendo fuerza en lo adelante para volver a sus raíces. (Tomado de ACN)
