Por Félix Bolaños

Fuente: La Jiribilla

La vida y la obra de nuestro Héroe Nacional José Martí ha sido y es fuente de inspiración y atractivo, para varias generaciones de artistas de las artes visuales. Su huella en la plástica cubana es cada vez más prolongada, cada vez más un gesto de admiración por un hombre que supo entregar su vida por una causa justa y excepcional.

El propio Martí, quien poseía, además, un profundo espíritu intelectual y una rara y exquisita sensibilidad, abordó en incontables ocasiones las intimidades y virtudes de la plástica en función del mejoramiento humano, a través de artículos periodísticos, ensayos y en su copioso epistolario. Por ejemplo, en un artículo que aparece publicado en la edición del 30 de octubre de 1881 del periódico The Sun, de Nueva York, se puede apreciar esta suerte de aforismo:

El verdadero amo es el pintor, que en tiempos de admiración por las cosas triviales hizo con su noble arte un látigo para las manos de la justicia, una justicia contra los reyes criminales, una voz apacible para las quejas del hombre y un fulgente vehículo para el pensamiento.

Numerosos son los pintores cubanos que a través del tiempo han trabajado la figura de Martí, entre ellos destacan: Eduardo Abela, René Portocarrero, Servando Cabrera Moreno, Mariano Rodríguez, Adigio Benítez, Raúl Martínez, Manuel López Oliva y Kamil Bullaudy, por solo mencionar algunos de los más conocidos.

En vísperas de celebrar el 165 aniversario de su natalicio, cuantiosas son las acciones que se realizan en todo el país para recordar al Apóstol de la independencia cubana. Entre ellas sobresalen la inauguración el propio día 28 de enero en el Parque 13 de Marzo, en La Habana Vieja, de una réplica de la estatua ecuestre de Martí, exactamente igual a la expuesta en el Parque Central de Nueva York, realizada por la escultora norteamericana Anna Hyatt Huntington.

Otro homenaje digno de mencionar es la muestra Destellos, que se expondrá en la Casa del Alba Cultural desde el 23 y hasta el 31 de enero, realizada por Arian García García y Frank Hart, pertenecientes ambos a la más reciente generación de artistas de la plástica formados en nuestras academias.

Destellos contiene unas veinte obras inspiradas en el vínculo estrecho existente entre Martí y la enseña nacional. El pretexto que la anima es la bandera cubana como hilo conductor para desarrollar las ideas, según afirma Arian García. “Todas las piezas están cargadas de simbolismo  —asegura— no solo el que puede reflejar la bandera en sí misma, sino los agregados que proponemos en cada mensaje».

Tanto Arian como Frank se apoyan en una técnica mixta al tiempo que experimentan con diversos soportes, como pueden ser lienzo, madera, metal y hasta PVC. Desde sus propios títulos, entre los cuales sobresalen: "Mandil", "Identidad", "Cuidado", "Fuerza". "Natura" y "Naufragio", se produce un llamado al disfrute estético y a la reflexión.

Quienes se acerquen a esta muestra podrán regocijarse con obras novedosas de exquisitos acabados, que solo comulgan con el talento artístico y las búsquedas inacabadas.

Decía Martí: “El pintar es una delicia de la fantasía, una ocupación noble, una protesta de la luz, un acto de rebelión del alma fina contra la existencia grotesca, bestial, insípida, indigna de un pueblo […]”. Con esta reflexión martiana queda abierta la invitación para visitar Destellos, una expo que le rinde homenaje, en la Casa del Alba Cultural.