Fotos: Leonor Menes
A pocas horas de concluir este 13 de agosto quedó inaugurada la exposición Rodilla en Tierra de la pintora y grabadora cubana Diana Balboa, que centra su atención en las trágicas y duras condiciones del regreso a la isla, de la re-inserción en un contexto.
La muestra de 22 fotografías intervenidas artísticamente que ocupa el Café Cultural La Casa de la bombilla verde, cita en calle 11 entre 6 y 8, en el Vedado capitalino, recrea desde un metafórico testimonio en el que el personaje real —la artista Claudia Rojas (La Habana, 1971)— es al mismo tiempo el sujeto de la exposición.
En palabras de del catálogo, Jorge Núñez Motes, presidente de la UNEAC en Guantánamo, deja claro que la desnudez, el aferrarse a los símbolos, a la Historia, a la bandera, al arpa, esa búsqueda incesante en transmigrarse, en fundirse, en ser, son elementos reales de la artista que la creadora deleita en las instantáneas como una muestra de la necesidad de resistencia ante el desasimiento provocado por la ausencia.
Balboa, es cienfueguera y reside en La Habana. Esta vez eligió la fotografía para acercarnos a su reinterpretación de la realidad que va de la mano de trazos vigorosos que tiene en la gama de los verdes el elemento de conexión entre la Historia y su doble; entre la Patria y quienes la habitan; entre los que somos y nunca dejamos de ser.
La exposición se acompaña de la proyección del video arte Rodilla en Tierra bajo la dirección de Claudia Rojas, sugerencia visual que, en efecto, son los acordes de su especial sensibilidad y de su eterna pasión por el arte, basado en el texto de un poema de la narradora y crítica literaria Marilyn Bobes, con música de Augusto Blanca.
Quienes se dieron cita para la ocasión también disfrutaron la noche con la actuación de la narradora oral Mirta Portillo Barnet y los trovadores Víctor Peregrine, y el dúo de Marta Campos y Heidi Igualada, quienes derrocharon cultura y cubanía.
La exposición permanecerá abierta al público todos los días de 7:00 p.m a 4:00 a.m, durante dos meses, en el Café Cultural la Casa de la bombilla verde, asiduo espacio por estos tiempos de lo más influyente de la cultura de la nación. Sin dudas, un sitio para todos, donde se recrea el buen arte y donde los asistentes, si bien no disfrutan de grandes lujos y comodidades como suele verse hoy en la mayoría de los centros nocturnos privados, si gozan de la sencillez de un lugar que atrapa con magia, solo con la bombilla verde.
