Los históricos lazos de amistad cubano- polacos, cimentados desde el siglo XIX, se fortalecen durante el desarrollo de la Semana de la Cultura Polaca en Cuba, que tiene lugar en La Habana hasta el próximo día 21 de abril.
Esos nexos comenzaron a desarrollarse con particular intensidad a partir de la llegada a la isla de Carlos Roloff a mediados de 1865, inmigrante polaco que luchó en las primeras gestas independentistas cubanas y alcanzó el grado de general.
La contribución del militar europeo a la liberación de Cuba del colonialismo español fue reconocida con la colocación de una ofrenda floral ante su tumba, ubicada en el cementerio Colón, en ceremonia que encabezó Anna Pienkosz, embajadora de Polonia en La Habana.
En el evento teórico El aporte de la ciencia polaca al desarrollo de la humanidad, realizado en la Biblioteca Nacional, salió a relucir también que ese aporte ha llegado a Cuba, mediante la aplicación de importantes descubrimientos e innovaciones.
Un buen ejemplo, expuesto por el doctor Juan Oliva, del Instituto Nacional de Oncología y Radiología, lo constituye la aplicación de la radiación, descubierta por la científica polaca Marie Curie, en la medicina nuclear cubana, gracias a lo cual se han salvado muchos pacientes.
El programa de la XI edición de la Semana de la Cultura comprende otras actividades, como la apertura de la exposición Postales de Polonia, el concierto Iconos polacos con aires cubanos, lecturas de obras de teatro polacas y la Jam sesión de Harold López Nussa junto a Emilio Martiní.
