Fuente: Cubarte
El Teatro Virgilio Piñera fue inaugurado en la ciudad de Pinar del Río, un acontecimiento artístico de gran trascendencia y un incuestionable acto de justicia cultural.
Es una sala pequeña—el antiguo cine Pionero, 74 lunetas—pero se llama Virgilio Piñera y ningún teatro en Cuba se llamaba Virgilio Piñera hasta hoy.
Este espacio será la sede del Teatro de la Utopía, que lidera Reinaldo León, quien en las palabras iniciales aseguró que la existencia de esta sala “es la confirmación del triunfo del trabajo sobre lo absurdo”.
Más adelante se apoyó en el dramaturgo inglés William Shakespeare,—quien en una de sus obras afirmó que no se podía encender un volcán para cocinar un huevo— para declarar: “que la lava benéfica que emerja de las profundidades de la sala Virgilio Piñera construya mundos que beneficien el espíritu de mucha gente. Si Shakespeare es la invención de lo humano, Virgilio con su teatro expresa la entelequia de lo cubano, es nuestra sustancia de cómo disfrutamos el absurdo para construir nuestra propia realidad”.
León fue además, el director artístico de la puesta en escena inaugural en estreno mundial “Con devoción”, monólogo construido a partir de una cuartilla inédita de Virgilio, escrita el 23 de agosto de 1938 a pocos días de haber cumplido 26 años, y que dedicó a la cantante lírica, declamadora y promotora cultural cubana Natalia Aróstegui.
Acerca de dicho monólogo su director explica: “lo que hoy está en escena es una prueba más de la intrepidez teatral de Piñera” y añade que es un texto raro “que lucha con palabras por la palabra, que teje ideas del otro lado de la dramaturgia sin dejarse de afincar en lo teatral”.
Asimismo León afirma que “es un elogio a la palabra que resiste, sabe del pasado, trastea en el futuro, regresa, desorganiza, congrega, acepta, escandaliza, mitifica, miente, atemoriza”, como toda palabra de Virgilio, se podría decir.
“Con devoción” tuvo como protagonista a la actriz Yuliet Montes, y es una pieza que agradecería mayor maduración a partir de las esencias del texto original.
La apertura también contó con la actuación de la compañía Danza Combinatoria que presentó fragmentos de Dador, obra realizada a partir de un texto homónimo de José Lezama Lima; de a “Las 7 en punto”, que recrea el poema de Piñera de igual título— “ las siete en punto y ni una hora más, ahora ya me posé, que entren los fotógrafos”— y de “En el insomnio”, pieza coreográfica de la autoría de Rosario Cárdenas, directora general de toda la puesta, la cual reafirmó la maestría del colectivo danzario.
Se encontraban presentes en la sala, Fernando Rojas, viceministro de Cultura; los Premio Nacional de Literatura, Antón Arrufat y Margarita Mateo Palmer; Gerardo Fulleda León, Premio Nacional de Teatro; la etnóloga Natalia Bolívar y Rosario Cárdenas, directora de la Compañía de Danza Combinatoria y el compositor y musicólogo Juan Piñera, sobrino de Virgilio Piñera.
Se prevee que Teatro de la Utopía, reponga el unipersonal Sexteando con Darío Fo, versión de la obra de este autor Tengamos el sexo en paz, que estará dirigida fundamentalmente a los adolescentes y jóvenes; igualmente se anuncia la fundación de las Rondas Virgilianas que serán encuentros teóricos tomando como base el pensamiento de Virgilio y la realización de talleres asociados a la técnica dramatúrgica con la participación de actores de toda la Isla.
La inauguración del Teatro Virgilio Piñera es un paso más en la recuperación de la indispensable memoria del dramaturgo en el imaginario colectivo cubano, pero es un paso que requiere a partir de este momento una constancia extrema en la programación de la sala, una coherencia artística que tribute día a día a esta figura que tanto tiene que aportar aún al teatro y al pensamiento cubanos.
