Por Arleen Alentado
Fuente: Granma Digital
La familia Romaguera vuelve a alzar la voz para sacudirnos con su historia, que es la nuestra. Bajo la dirección de Carlos Celdrán regresa a escena Argos Teatro con la puesta Aire Frío, obra magistral de Virgilio Piñera que, aunque distante en el tiempo, continúa conectando con el público.
Dejando atrás referentes históricos que permitan anclar a los personajes en un tiempo y espacio concretos, Celdrán recrea el drama de esta familia que agoniza lentamente, los sueños frustrados de cada uno de sus miembros y la cruda aceptación de la realidad que les tocó vivir. Es difícil permanecer indiferente ante caracteres tan bien construidos como Luz Marina quien, interpretada por Yuliet Cruz, representa la heroína predestinada al fracaso. De manera convulsa, como el calor que la sofoca, nos presenta su drama que logra conmover desde la risa. El humor, ampliamente explotado en la obra de Piñera, actúa como mecanismo de evasión ante una realidad que logra aplastar al hombre frente a la imposibilidad de modificarla.
Si bien el discurso de la heroína nuclea la obra, otros personajes como el hermano, poeta enajenado que acepta su condición marginal dentro de la sociedad, o la madre, quien sufre en silencio y rehúye todo tipo de enfrentamiento, no son meras voces aisladas ante las cuales el espectador puede permanecer impasible. Cada historia es portadora de una verdad personal, un conflicto individual que está lejos de ser ajeno.
Una sala comedor, sin más adorno que una mesa, un sofá y la máquina de coser, es el escenario donde los personajes confluyen, conversan y se enfrentan. El paso del tiempo parece no afectar el decorado, pero sí desgasta física y emocionalmente a cada uno de los miembros de la familia. El fervor inicial y la ilusión devienen en conformismo y añoranza por un pasado más feliz.
Con un elenco de primera línea, conformado además por el actor y director Pancho García, Verónica Díaz y la actuación especial de Michaelis Cué, Aire Frío tuvo su reestreno el pasado viernes 2 de marzo y se mantendrá en cartelera hasta el próximo mes en los horarios habituales de fin de semana, en la sede de Argos Teatro (Ayestarán y 20 de Mayo).
Por todos los aciertos logrados en la representación y la veracidad transmitida en la escena; más que con aire frío, el público recibió la puesta con una calurosa ovación, digna de un clásico de la literatura cubana.
