Imagen cuba

Omar Valiño: la Biblioteca tiene el deber de mirar su historia

Pin It
Valorar
0 of 5 - 0 votes
Thank you for rating this article.

Con fondos donados por su primer director, el reconocido escritor, periodista y maestro de la bibliografía insular, Domingo Figarola Caneda, quien aportó más de tres mil títulos de su colección personal —gesto al que se unieron destacadas figuras de la época como Antonio Bachiller y Morales, Francisco Sellén y Manuel Pérez—,  el 18 de octubre de 1901, mediante la Ley militar no. 234 del Gobierno Interventor norteamericano, en un apretado salón del Castillo de la Real Fuerza, donde radicaba el Archivo General, se fundó la Biblioteca Nacional.

Han trascurrido 120 años de la creación de esta entidad que desde el año 1949, cuando se proyectaba el edificio donde hoy  radica, a un costado de la Plaza de la Revolución —entonces Plaza Cívica—, lleva el nombre del Héroe Nacional de Cuba por iniciativa de Don Fernando Ortiz, quien se lo propuso a la Junta de Patronos, encargada de promover el desarrollo institucional, tanto en la adquisición de libros como de financiamiento para el mejoramiento de la institución.

Dos veces radicada en el Castillo de la Real Fuerza, así como en los altos de la antigua Maestranza de Artillería y en otras sedes en las que sus fondos estaban expuestos al deterioro, el 12 de junio de 1957, se realizó el traslado de la Biblioteca Nacional a su nueva sede, en una de las edificaciones más sobresalientes de su época.

jcb marti y cintiojuntos en la gloria bncjm 120 anos la habana 092021 9703

Foto Juan Carlos Borjas Foto Juan Carlos Borjas Periódico Cubarte

La significación de este aniversario

Con motivo de la conmemoración del nacimiento de la que desde entonces pasó a ser la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí (BNCJM), el Periódico Cubarte dialogó con su actual director, el prestigioso crítico teatral, ensayista, profesor y editor cubano Omar Valiño Cedré, quien enfatizó que la significación de este aniversario 120 posee la misma importancia que su propia fundación. “Muchas veces —dijo— los fundadores de las cosas después resultan un poco sepultados por la historia, porque algunas cosas se consideran bien, otras regular, otras no óptimas, etcétera, pero yo admiro mucho a los fundadores, a los iniciadores de aventuras intelectuales que además representan al mismo tiempo aventuras prácticas como es el caso de la fundación de la Biblioteca Nacional.

“Así que, con esto te quiero decir ؅—agregó—, de alguna manera todos esos significados resultan pequeños al lado de haber plantado la bandera de hacer una Biblioteca Nacional en el propio inicio de la república, en medio de unas condiciones difíciles y que sin duda representaron una batalla personal enorme, por ejemplo, para Domingo Figarola Caneda y el equipo pequeñísimo que tuvo a su alrededor. Y ese sería para mí, valga la redundancia, el primer gran significado, la propia existencia de la Biblioteca como una institución que Cuba merecía y debía darse”.

“Verdadero territorio de la riqueza cubana”

Depositaria del tesoro patrimonial documental, bibliográfico, artístico y sonoro de Cuba, así como de lo más representativo de la cultura universal, Valiño precisó que la BNCJM,  “con sus nuevas grandes funciones, que son conocidas, a lo largo de décadas logró atesorar una enorme cantidad de documentación, información, libros, literatura, imágenes que hoy son un verdadero territorio de la riqueza cubana, que yo siempre pongo en contraste contra los clichés de lo que supuestamente es cubano o significa algo cubano por sí mismo.

“A eso añado —precisó— esta riqueza aquí acumulada de pensamiento, de acción, de historia, de literatura, de creación intelectual en los más diversos ámbitos. Me parece que eso es algo permanente de la Biblioteca y que por supuesto no termina nunca porque sigue incrementándose todo ese tesoro acumulado en décadas”. 

Rectora del Sistema Nacional de Bibliotecas Públicas Cubanas, y declarada el 30 de junio último por la Comisión Nacional de Monumentos del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural Monumento Nacional de la República de Cuba, sobre este emblemático sitio de la cultura insular el prestigioso intelectual cubano destacó que “un tercer significado sería esa revolución que tuvo la Biblioteca Nacional con la Revolución, abrirla, tener la noción de que parte de sus tareas inmanentes iba a ser y fue, un gran centro cultural que propició el desarrollo y la significación de todo eso atesorado, pero que también tenía la función de expandirse hacia sectores que nunca habían accedido a ella.

“Entonces —añadió— la Biblioteca se convirtió en un núcleo cultural importantísimo y a su vez acumuló bajo su techo —ya en este edificio, que coincide casi, prácticamente con el momento de inauguración del edificio—  una enorme cantidad de acciones y de creaciones que luego tuvieron continuidad en la historia”.

120 anos bncjm conf de prensa la habana 092021 9697

Foto Juan Carlos Borjas Periódico Cubarte

“Más allá de los límites de la Biblioteca”

El Licenciado del Instituto Superior de Arte (ISA) y profesor auxiliar adjunto en ese centro de altos estudios evocó la impronta dejada en esa importante plaza de la cultura insular, actualmente rectora del Sistema Nacional de Bibliotecas Públicas Cubanas, con unas 411 entidades distribuidas en todo el territorio nacional para preservar el patrimonio bibliográfico e histórico.

En tal sentido apuntó: “Pienso por ejemplo en toda la labor, por supuesto de María Teresa Freyre de Andrade(1), de Eliseo Diego(2), en la creación de la Sala  Infantil y Juvenil; toda una noción de conceptos y no solo de prácticas del trabajo bibliotecario hacia esos sectores etarios. Pienso también en Cintio Vitier y en Fina García Marruz y la Sala Martí, que luego levantó todo el edificio de instituciones martianas que nace aquí con la Sala Martí, el Anuario, y así una enorme cantidad de cosas como las Salas Especializadas, que abrieron derroteros que continuaron aquí y más allá de los límites de la Biblioteca.

“Eso me parece también —señaló؅— un significado importantísimo, y por supuesto, todo lo que la Biblioteca ha podido promover en términos de investigación que generan nuevos conocimientos, básicamente a través de los estudios literarios, históricos, propiamente bibliotecológicos, no hay manera seguramente de poderlos poner en algún tipo de formato porque nunca estaría registrado todo lo que se ha encontrado aquí y ha propiciado un nuevo conocimiento”.

“Actualizarse con respecto a los nuevos tiempos”

El director de la BNCJM, entidad reconocida asimismo por su trascendente  interactuación  con la cultura, la ciencia, la historia y el arte, asimismo subrayó que “en los últimos años y hasta hoy, y sobre todo en los años por venir, yo creo que la Biblioteca tiene el deber de mirar esa historia, de potenciar todo lo que de esa historia sigue siendo pertinente, y encontrar sobre todo los nuevos formatos, vías, para esa época que están viviendo las bibliotecas y actualizarse con respecto a los nuevos tiempos, y sobre todo a los cambios en las percepciones y las maneras de los lectores, a las nuevas metodologías en que se hace la investigación, que sigue teniendo principios pero que no tiene las mismas vías.

Sobre este aspecto el fundador de la revista Albur y miembro del comité editorial de otras prestigiosas publicaciones cubanas, precisó: “Estamos hablando obviamente de las tradiciones y también de toda la esfera digital, de las Ciencias de la Información, eso que se nos ha convertido en otro enorme edificio y que serviría para muchas cosas en la Biblioteca Nacional, para sus propias labores internas de conservación, de restauración, difusión del saber, y para generar un nuevo contacto con amplios sectores que siento no están siendo explotados en el mejor sentido, y no solo por parte de los que no acuden, no echarle la culpa solo al otro.

“Creo que tenemos muchos deberes nosotros, y podría ser como un significado presente hasta donde se ha alcanzado, y de futuro, de la Biblioteca que tenemos que actualizar”, enfatizó el entusiasta directivo, autor de numerosas publicaciones y acreedor de importantes  premios conferidos a su profusa obra en reseñas, críticas, entrevistas, crónicas, artículos y ensayos.

  1. María Teresa Freyre de Andrade: Fundadora de la bibliotecología cubana; bibliógrafa y bibliotecaria de la Biblioteca Nacional José Martí, institución de la cual fue la primera directora al triunfar la Revolución Cubana, fundadora de las principales asociaciones bibliotecarias.
  2. El 14 de diciembre de 1959, la doctora Freyre creó el departamento Infantil y Juvenil de la Biblioteca Nacional. Asimismo, surgió el departamento Filológico de Narraciones Infantiles. Eliseo Diego fue designado para dirigir el equipo encargado de acometer la adaptación de la literatura infantil cubana y extranjera para la narración de cuentos, en pos del desarrollo literario de las nuevas generaciones.

Redes sociales  

Facebook

Youtube