Otrora sede de la Sociedad El Progreso, la majestuosa edificación que alberga a la Biblioteca Provincial Rubén Martínez Villena, en esta ciudad de Cuba, cautiva hoy desde la escalinata de mármol hasta la emblemática cúpula.
Muy cerca de las consideradas tres joyas de la arquitectura de la urbe -Iglesia Parroquial Mayor, Puente sobre el río Yayabo y Teatro Principal- se yergue esta institución cultural desde hace muchos años al alcance de todos, sin distinción de razas, origen ni credos.
Aunque los principales símbolos de Sancti Spíritus, fundada en 1514, son los citados muchos espirituanos sienten un especial cariño por ese regio palacete que posibilita descubrir los misterios ocultos en cada libro o publicación.
Une a su majestuosidad la proyección comunitaria y diversidad de sus fondos bibliográficos, además de estar situado frente al céntrico parque Serafín Sánchez Valdivia, nombre del héroe espirituano de las tres guerras de independencia contra el colonialismo español.
Las esculturas a la entrada son el preámbulo de lo que atesora su interior, donde el amplio pasillo exhibe a cada lado grandes espejos, mientras que ya en las escaleras de mármol, con barandas elaboradas en hierro, se observa la cúpula, donde sobresale el vitral.
Construido en la primera mitad del siglo XX el edificio más lujoso de la villa es admirado también por los visitantes foráneos y fue inaugurado como biblioteca en diciembre de 1963.
La primera piedra se colocó el 10 de octubre de 1927 y su ejecución estuvo en manos del maestro de obras conocido como Pepe Trelles, uno de los más representativos de la época. Solo dos años después estaba concluida la obra.
De acuerdo con textos consultados se erigió en el espacio donde quedaron las ruinas de una casona destruida a causa de un misterioso incendio.
El 6 de enero de 1959 recibió la visita del líder histórico de la Revolución cubana Fidel Castro Ruz, quien desde uno de los balcones se dirigió a los espirituanos, durante su marcha desde oriente hacia la capital tras la victoria contra el régimen de Fulgencio Batista.
En el segundo piso recibe al visitante el busto del Héroe Nacional José Martí (1853-1895), considerado el más universal de los cubanos.
La bella instalación está rodeada por edificaciones de altos valores patrimoniales, al encontrarse enclavada en el centro histórico urbano de la ciudad, Monumento Nacional.
Fuente: Prensa Latina
