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Recordando a Felipe Dulzaides

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Recordando a Felipe Dulzaides

Por: Maya Quiroga

Grande ha sido la impronta en la cultura cubana de Felipe Dulzaides Badía (1917-1991) pianista, arreglista, compositor de formación autodidacta y uno de los impulsores del jazz en Cuba.

Por bar Elegante del Hotel Riviera, donde se presentaba de manera habitual con su grupo hasta 1983, desfilaron estrellas de disímiles géneros musicales como el compositor y guitarrista Sergio Vitier; el también guitarrista Jorge Luis Valdés Chicoy; Bobby Carcassés, conocido como el showman de Cuba; el contrabajista Carlos Quintero; el saxofonista Javier Zalva, entre otros más.

En homenaje al centenario del natalicio de Felipe Dulzaides, su hijo (quien con orgullo lleva el mismo nombre del padre) preparó una muestra expositiva muy especial que se puede apreciar, hasta el mes de abril, en el vestíbulo del Centro de Información Antonio Rodríguez Morey, del Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA).

En la exposición titulada Recordar es Vivir se traza un recorrido por la prolífica vida y obra de quien fuera un excepcional músico cubano. En ella se pueden apreciar una serie de portadas de discos, recortes de periódicos, cientos de fotografías, objetos personales del músico junto a instalaciones y un video arte, realizado por el gestor de la muestra, a partir de la única foto de la grabación de un disco de La Lupe donde Dulzaides trabajó como arreglista.

Otro video que forma parte de la exposición recoge la memoria de su padre. “Todo empezó desde la distancia donde descubrí la increíble historia de las Escuela de Arte y su importancia para la cultura cubana. También descubrí a mi padre. Sucedió igual que un proceso de distanciamiento brechtiano”, explica Dulzaides (hijo), quien estudió artes escénicas y luego se formó en el campo de las artes visuales.

El descendiente de Felipe Dulzaides aclaró que el proyecto Recordar es Vivir está basado en una investigación que realizó, luego de regresar a Cuba desde los Estados Unidos, donde residió por espacio de 15 años.

“Al entrar en contacto con la música de mi padre comenzó a salir la obra. Este proyecto es un proceso de aprendizaje. Como no tenía conciencia de la magnitud de todo esto no lo podía valorar. A partir de la música y las fotografías he ido conformando un rompecabezas. El video arte es un documento de una época, de un proceso.

“En mis viajes por el mundo he contactado con músicos que trabajaron con él en distintas épocas y los he entrevistado para el video. También logré entrevistar a Bella García-Marruz Badía, hermana de mi padre. Todos me han contado que él vivió la música intensamente hasta su muerte. Mi padre tuvo un amor renovado por la música y lo mantuvo igual como el primer día. Esa fue mi motivación personal para hacer esta exposición”.

El antecedente de esta exposición fue el proyecto FD plays FD, presentado por Felipe Dulzaides (hijo) durante 12 Bienal de La Habana. En esa ocasión se produjo un concierto único e irrepetible en el bar Elegante del Hotel Riviera, donde antaño se conocieran Leo Brouwer y Chucho Valdés, quien había sido invitado por el anfitrión del lugar para tocar allí.

El sábado 11 de marzo se reeditó ese concierto en el Teatro del MNBA. El pianista Ernán López-Nussa Lekszycki, quien fuera un gran amigo de Dulzaides, le rindió homenaje en una noche de gala donde actuaron algunos de los músicos que trabajaron en el bar Elegante.

Como aseguró Dulzaides hijo: “Todas estas energías no tienen otra intención que convocar a la música, la poesía, la creatividad que fluyó a través del cuerpo de mi padre”.

El próximo 17 de marzo, a las 4 de la tarde, en la sala Audiovisual del MNBA tendrá lugar un conversatorio acerca de la vida de Felipe Dulzaides, uno de los fundadores del Festival Jazz Plaza, un hombre que contribuyó a la formación de músicos que luego integraron bandas como Irakere, los Van Van y el Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC.

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