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Duele Venezuela herida por la furia fascista, la que destruye y mata y ante nada se detiene, la que ataca escuelas y hospitales y aterroriza a recién nacidos y a sus madres. Indigna el asedio contra ella del gigantesco monstruo de embuste y odio torpemente disfrazado como “medios de comunicación”. Asquea la farsa grotesca de la OEA, con sus almagros y sus caínes, empeñados en repetir contra el pueblo de Bolívar y Chávez la infamia cometida contra Cuba hace más de medio siglo.

Ahora, como entonces, fracasarán. Se equivocan quienes sueñan con regresar al pasado. El pueblo venezolano, -millones de hombres y mujeres que por primera vez conquistaron el derecho a la salud, la educación, la vivienda y el empleo y al fin alcanzaron una Patria digna y justa- resiste y lucha junto a Nicolás Maduro, el obrero Presidente que eligió libre y soberanamente Contra ellos no prevalecerá el Imperio ni la oligarquía traidora y corrupta.

Pero hay que actuar con urgencia, sin perder un segundo. La agresión imperialista está en marcha y debemos ayudar a derrotarla. El peligro es inminente. Se sabe que el desaforado ignorante que hoy gobierna en Washington es capaz de cualquier cosa.

Hagamos del dolor solidaridad inmediata, efectiva y militante. Que nadie se confunda. Venezuela somos todos.

Ricardo Alarcón de Quesada, Doctor en Filosofía y Letras, escritor y político. Miembro de la Red de Intelectuales, Artistas y Luchadores Sociales en Defensa de la Humanidad en Cuba