En homenaje a los 50 años del Movimiento de la Nueva Trova se exhibirá en el Instituto Cubano de la Música, una emotiva exposición de grabado contemporáneo, integrada por una selección de obras del archivo histórico del Taller Experimental de Gráfica de La Habana.
La muestra es un reflejo de la relación de los grabadores con la Trova, expresada no sólo por los vínculos de amistad, camaradería y afecto que siempre vincularon ambos grupos de creadores, sino también por la inspiración que la trova y sus canciones ejercieron, y aún ejercen, en la creación gráfica.
Según refieren los organizadores, la ocasión será propicia para una doble celebración: los 60 años del Taller Experimental de Gráfica de La Habana y los 50 de la Nueva Trova instituciones nacidas en el contexto de la épica revolucionaria, de la motivación, de la rebeldía y de la experimentación; el Taller desde de la fuerte y consolidada tradición gráfica existente en La Habana y la Nueva Trova renovando con nuevos criterios la trova santiaguera de los años 20 y 30 del siglo pasado.
Cerca de una veintena de artistas, entre ellos los trovadores- artistas Carlos Tato Ayress e Isidro Botalín, y el grabador Leonel López Nussa, miembro del Taller, padre y abuelo de una pléyade de músicos virtuosos. Piezas que abarcan un extenso período creativo que va desde 1962 a la actualidad, y donde convergen diferentes técnicas entre ellas: xilografías, litografías, serigrafías, grabados calcográficos y collagrafías, conforman esta muestra que será inaugurada el 28 de diciembre. (Nota de Prensa)
