La Plaza de 31 y 2 es el nombre del nuevo centro cultural que, a partir de ayer domingo, abrió sus puertas a los vecinos del popular barrio La Timba, muy cerca de la Plaza de la Revolución, como parte de las actividades de la actual etapa estival.

El centro contará con la librería Raíces, sala de cine-teatro, tienda de productos culturales La Paila, un aula para la apreciación de la música y otra de las artes visuales; además del Piano Bar Convergencias y la Casa de la Música Plaza. En breve, funcionará también una biblioteca pública que ofrecerá servicios de consulta y préstamo de libros a la población.

Del 24 de agosto al primero de septiembre, los vueltabajeros podrán disfrutar las propuestas del 16 Festival Internacional Circuba 2017, dedicado a las familias circenses y a las nuevas generaciones de artistas.

Prestigiosos cirqueros argentinos, mexicanos, uruguayos, rusos y cubanos, se presentarán en teatros, salas y cines de la provincia, en funciones únicas y dobles.

Ray Fernández, el bardo neurasténico de la trova cubana, retorna a la discografía nacional con Mamá, ando contento (Egrem, 2017), un álbum que los fieles de su peña habitual de los jueves, en el piano bar Diablo Tun Tun de la Casa de la Música de Miramar, clamaban a gritos desde hacía ya mucho.

Y aunque me incluyo entre aquellos que, desde el día siguiente a esa infaltable misa y hasta el próximo jueves, deseamos la burla implacable y certera convertida en mp3, debo decirlo desde ahora: Ray Fernández no cabe en un disco. Ni en dos. Por muy bien producido y mezclado que esté el álbum. Por certera que sea la selección y la interpretación de las canciones. Por sugerente que sea el diseño.

Pitágoras de Samos puede ser considerado el formulador matemático de eso que hoy conocemos como Jazz, y que un milenio y tanto después de aquella premonición cruza todos los caminos sonoros conocidos. Su teorema es la base del formato que identifica a esa forma musical: el trío. Tal afirmación está contenida allí: la suma del cuadrado de los ángulos es igual al cuadrado de la hipotenusa.

Lo mismo se dice de Homero, cuya tercera obra monumental El clúster, no fue descubierta hasta mediados del siglo XX y narra las tribulaciones de dos gladiadores de la música nacidos en una isla, de un mediterráneo para ese entonces desconocido por esos mundos de Dios. Será esta la primera obra musicográfica conocida.

La Habana bailó al compás de congas y comparsas durante este fin de semana. La luz y el ritmo de las carrozas marcaron el paso en el Malecón. La Capital cubana está en carnaval.

La reseña de cualquier concierto parte del nivel de emociones que sienta quien la escriba. Por norma general, un buen concierto implica la intervención de los cinco sentidos; y aunque en estos tiempos se hable de que son seis, yo prefiero apegarme a la tradición.

Esta no es la crónica ideal que reseñe estos dos conciertos que matizan este mes de agosto. Para nada haré acto de presencia en el teatro donde han de ocurrir; no voy a aplaudir los arrebatos de los intérpretes, ni a valorar con mi compañero de butaca cada pasaje interpretativo; tampoco intentaré llegar a los camerinos para comentar, saludar o simplemente hacerme una foto con los artistas.