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Biblioteca Nacional José Martí en el centro del conocimiento

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La Biblioteca Nacional José Martí y la red de instituciones de su tipo en el país tienen entre sus prioridades la promoción de las diferentes expresiones de la cultura cubana. “Puertas Abiertas” es una experiencia que permite acceder al conocimiento y al arte tan solo con visitar un día la biblioteca y quedar con el deseo de regresar a ella.

El director de la institución Omar Valiño Cedré asegura que el nuevo espacio se convertirá en un modelo para el trabajo de las bibliotecas en el país, desde las provinciales hasta las que existen en las escuelas, los municipios, las comunidades y aquellas alternativas que permiten muchas veces a caballo y otras con las mochilas viajeras llevar libros hasta las zonas más apartadas del país.

“Si en los libros está el saber y la cultura es parte de ese conocimiento, las bibliotecas tienen que estar en medio del proceso dinamizador de transmitir los valores artísticos, la historia y hasta el desarrollo de la ciencia en el país. Todo eso y más haremos hoy".

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Foto: Yenis Fleites

Desde el amanecer fue una jornada marcada por la diferencia, tal como lo anunció el director de la institución. Todo inició con el acercamiento a un inmueble de notables valores patrimoniales. De la mano del especialista  Johan Moya Ramis, los visitantes conocieron detalles de la historia del edificio fundado en febrero de 1958 y que es referente en el desarrollo de la arquitectura moderna en el país.

Evelio Govantes Fuertes (1886-1981) y Félix Cavarrocas Ayala (1887-1961) fueron los arquitectos que tuvieron a su cargo el diseño de la Biblioteca Nacional José Martí, ubicada en la Plaza de la Revolución, otrora Plaza Cívica.  El principal desafío en los exteriores estuvo en lograr armonía  con el espacio en el que se ubica el edificio. La primera piedra para dotar a Cuba de una digna sede para la Biblioteca Nacional, se colocó el 28 de enero de 1953.

La  sobriedad es uno de los elementos que distinguen el trabajo en los exteriores. La torre central está rodeada de dos plantas de considerable amplitud. En la fachada central  se pueden contar ocho columnas, enchapadas en piedra de Jaimanitas y losas de mármol, lo cual le confiere solemnidad al edificio.

En el recorrido guiado por Moya Ramis, los visitantes están justo en el lugar que la mirada despierta la curiosidad ante dos elementos marcados por simbolismo; el lucernario y el zodiaco. Ambas obras de arte fueron confeccionadas por el maestro francés Auguste Labouret, (1871-1964).

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Foto: Yenis Fleites

Un camino marca la ruta del saber, a su paso el especialista ofrece detalles relacionados con los múltiples lugares de La Habana en los que ha estado la Biblioteca Nacional en 120 años hasta llegar a su sede actual. Deja insinuaciones con las que marca el deseo de regresar el mes próximo o sencillamente advierte de libros donde se cuenta la historia.

En un momento de la visita dirigida se suma  el investigador José Luis Montesinos para mostrar algunas de las obras de arte de la Biblioteca Nacional. Comienza por el busto a José Martí de 2 metros altura, acota que es el de mayor tamaño bajo techo que existe en el país. Otra de las esculturas está muy cerca de la Sala Teatro Hart. Se trata de una inspiración martiana, la obra está fechada en 1975 y pertenece a la autoría del mejicano  Ernesto Tamarís. Inscrita tiene las palabras: igualdad, independencia, justicia y libertad.

Luego el especialista se acera a la escultura dedicada al padre de la bibliotecología cubana Antonio Bachiller y Morales, (1812-1889). Una colección de arte que deja la impresión de que más allá de ser casa de los libros se trata de una galería. Impresionante son los 365 colibríes, exquisita referencia a los días de un año para tener alusión permanente al ideario martiano, es un mural confeccionado por el artista Ernesto Rancaño.

Juegos y voces que parecen nacer del asombro se escuchan desde otro espacio de la Biblioteca Nacional José Martí, es en la sala infantil y juvenil Eliseo Diego. Una maestra con esencias martianas es la especialista, se llama Tania Barceló. Ella sabe canciones y conoce de memoria los “Versos Sencillos” escritos por el Héroe Nacional de Cuba en 1891.

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Foto: Yenis Fleites

“Mi formación es pedagógica, adoro transmitir conocimientos. En estas actividades además de enseñar sobre literatura cumplo mi sueño de ser actriz. Puedo ser los más diversos personajes de los libros, tal vez cuando nos volvamos a encontrar yo sea “Pippa medias largas”, personaje creado por la escritora sueca Astrid Lindgren”. nos dice.

Mateo Delgado tiene 7 años ha venido de la mano de varios integrantes de su familia, asegura que es su primera vez, pero que regresará. La misma edad tiene Sofía Escalona, para ella valió la pena levantarse más temprano que de costumbre el sábado, ponerse abrigo, bufanda y nasobuco para salir de casa. “Aquí no se siente frialdad porque se puede jugar, cantar y bailar”.

Pavel Gabriel, apenas tiene tiempo para atender a esta reportera. No pierde de vista a su compañero en el juego de damas, pero mientras piensa como mover la próxima pieza responde. “Estoy feliz, cuando llegue a mi escuela voy a contar de la alegría de este día y  casi seguro que vendré con mis compañeros y ellos con sus padres. Mi papá está conmigo hoy y hemos sido muy felices”.

El tiempo parece no ser aliados de quienes quisieran extender la jornada “Puertas Abiertas” de la Biblioteca Nacional. En la Sala Teatro Hart el Centro de Superación para la Cultura Félix Varela y otras instituciones convocaron a promotores culturales de La Habana. Se trata de un evento diseñado para compartir conocimientos y evocar a José Martí en el aniversario 169 de su natalicio.

Horas más tarde la  sala teatral invita a la Casa Editorial Tablas Alarcos, institución especializada en la difusión de las Artes Escénicas. Los convocó el recuerdo a la obra del dramaturgo Amado del Pino a cinco años de su partida.

Biblioteca Abierta” también tendió puentes culturales con la Oficina del Historiador de La Habana. En la Biblioteca Rubén Martínez radica el grupo promotor de Scrabble. Su coordinador Richard Velázquez está muy ocupado, además de atender a sus rondas en el juego debe ocuparse de los participantes.

Este es el deporte de formar palabras más popular en la historia y el más vendido en el mundo. Es sencillo aunque parezca complejo, consiste en formar palabras que se crucen entre si, como si fuera un crucigrama. Todo se hace sobre un tablero. La meta de cada participante es tratar de conseguir la mayor puntuación posible, armando palabras que solo pueden ser leídas de izquierda a derecha, o de arriba hacia abajo…

Coincidiendo con la invitación “Puertas Abiertas”, de la Biblioteca Nacional José Martí se realizaron dos torneos de Scrabble. El “Abdala”, para jugadores avezados y el “Pinos Nuevos” para principiantes. Además de los competidores habaneros llegó un estudiante villaclareño de técnico básico en enfermería. Víctor Lleonart demostró sus habilidades y relató vivencias relacionadas con la importancia del hábito de lectura, la necesidad de tener buena ortografía y la habilidad para dominar el Scrabble.

Aún sin saber el ganador, está reportera fue invitada a un encuentro con la ciencia. En el Teatro Hart coincidieron investigadoras del Instituto Finlay de  Vacunas que trabajaron en la obtención de “Soberana”. La ciencia y la cultura coincidieron en una jornada abierta al conocimiento.

Poco antes de las cuatro de la tarde una luz iluminó el paso para pensar en Cintio Vitier, (1921-2009) y evocarlo a un siglo de su nacimiento. La artista Silvia Rodríguez  Rivero expone en la galería “El Reino de este Mundo” de la Biblioteca Nacional. La colección “Sueños en Vilo ” es un homenaje al intelectual martiano. La pintora de formación autodidacta además de estudiar  la obra de Vitier Bolaños lo conoció en el espacio cercano de la familia, pues fue su suegro.

En complicidad con las visiones inimaginadas de las Artes Plástica llegó la música junto con la maestra María Felicia Pérez y el coro de cámara Exaudi. Las sonoridades  de una de las mejores agrupaciones de su tipo en el continente pusieron nuevos encantos a la tarde del sábado 29 de enero de 2022.

Exaudi, que en latín quiere decir  escuchar, se fundó como coral en el año 1987. Sus integrantes son graduados del sistema de enseñanza artística del país.  El extenso y variado repertorio incluye las más importantes canciones corales europeas, latinoamericanas y cubanas, desde el siglo XV hasta la contemporaneidad.

Con el último aplauso de la tarde la Biblioteca Nacional José Martí cerró un día diferente. En las fotografía tomadas por muchos de los visitantes quedaron los recuerdos de la visita a una obra genial de la arquitectura moderna, un espacio sano para la recreación, la seguridad de que la ciencia puso talento para que Cuba tuviera vacunas propias y la certeza de que la cultura cubana se puede mostrar en las instituciones, pero puede llegar a los barrios con la contribución de los promotores y bibliotecarios. (Tomado de Cubarte)

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