Fuente: Granma Digital
Quienes siguen con justificada expectativa la suerte del danzón deben estar complacidos. El III Encuentro Internacional Danzonero Miguel Failde ha sido otro punto a favor de esa estrategia cultural por el rescate de nuestro baile nacional y por lograr un propósito todavía más difícil: atraer a los jóvenes.
El evento reunió a bailadores de todas las provincias y estuvo dedicado a los 325 años de la llamada Atenas de Cuba, a los 40 de la creación de las Casas de Cultura y a los 55 del Piquete Típico Cubano, memoria sonora de nuestro patrimonio.
El resultado es muy alentador, sobre todo porque tuvo la acogida que merece por parte del público, es de destacar además el nivel de organización. Otro mérito fue la gala inaugural que tuvo su estreno con una versión de Las Alturas de Simpson, a cargo del Coro de Cámara de Matanzas, dirigido por el maestro José Antonio Méndez.
Otro momento de lucidez fue la actuación de Beatriz Márquez, quien dejó mucho de sí misma al interpretar temas emblemáticos del género, como Luna sobre Matanzas. La musicalísima fue reconocida con el Símbolo de la Ciudad, junto a Ethiel Fernández Failde, director de la Orquesta Failde, y el maestro Ildefonso Acosta.
El propio Acosta y José Loyola recibieron el premio honorífico Miguel Failde, reconocimiento instituido para honrar el trabajo de personalidades, instituciones y eventos con notables resultados en la promoción del género.
El Encuentro, que tuvo lugar del 30 de marzo al 2 de abril, incluyó, además, un espacio teórico, el concurso de baile y la muestra de danzón mexicano, así como el certamen de composición.
Una hermosa tentativa para seducir a los más jóvenes fue el baile infantil con más de 60 parejas de niños provenientes de los municipios de Jagüey Grande, Cárdenas y del territorio cabecera.
«Esto es algo muy bueno y ojalá se mantenga», expresó Yudy Torres, la madre de la niña cardenense Rachel Novegil. Curiosamente este género no lo ponen en ninguna fiesta, en ningún espacio, y sin embargo repiten hasta el cansancio otros que no nos identifican, reflexionó.
Similar opinión sostuvo MagalysLincheta, abuela de uno de los niños en concurso. «Por lo menos este baile no favorece las malas palabras, de moda en no pocas canciones y que tanto daño hacen a los menores», comentó.
El talentoso músico Ethiel Fernández Failde se mostró optimista con los resultados del Encuentro. «Creo que hemos avanzado y una buena señal es el parque de La Libertad repleto de público para ver tocar a dos orquestas de música tradicional cubana, defensoras del danzón, del mambo y del chachachá.
«Y los jóvenes estaban ahí. Quiere decir que si les damos un producto cultural de calidad, te conectas con ellos. La gente no nace con el reguetón en el cerebro. Nosotros mismos vamos poco a poco insertándolo».
Lamentó, no obstante, la escasa promoción y el poco apoyo de las instituciones. «Lo normal es que cuando viene el concierto de reguetón está acompañado de toda una parafernalia. Sin embargo, la música tradicional se resuelve con una tarima y dos luces fijas y se acabó».
«El danzón es un género vivo, muy adaptable, y representa mucho al cubano, como también el son, el bolero, la rumba… Eso no se puede perder, porque somos nosotros reflejados en la música», subrayó.
