“A La Habana la adoro y considero una de las más lindas del mundo”. Alejo Carpentier
No pude quedarme indiferente, en este aniversario 504 de la Fundación de La Habana, al leer esta información ofrecida por la revista de viajes “Wanderlust” del Reino Unido: Premio de Oro para “Cuba: La Isla más deseada del mundo”.
“Su capital La Habana es innegablemente embrujadora por sus autos clásicos, su arquitectura en colores pastel, sus bailes de salsa y sus músicos en cada esquina”
¿CUÁL ES EL MISTERIO, CUÁL ES LA MAGIA?
El auge de la conquista en el Golfo, y la presumible idea de la existencia de la Fuente de la Eterna Juventud, determinaron el futuro de San Cristóbal de La Habana.
La Habana es como la Fuente de la Eterna Juventud, parece un misterio porque antes de morir, muchos hombres y mujeres del mundo quieren conocerla. Hay en ella un mito, una leyenda aguda. Sin mito no hay historia.
Por ese motivo, a La Habana han venido muchos de los grandes hombres: conquistadores, reyes, condes, príncipes, presidentes, altos dignatarios, ministros, embajadores. Escritores, intelectuales y artistas de todo tipo.
Esta capital es apreciada desde lejanos tiempos: El profesor E. Weis, en su libro “La arquitectura colonial cubana”, escribe: “Descontando a México y Perú, dos de los más extensos y ricos territorios de la América histórica, La Habana es probablemente la arquitectura más completa y mejor representada de la época colonial en nuestro continente. Su personalidad es clara y bien definida; sus soluciones, enteramente funcionales, reflejan el medio social en que se produce, la vida y costumbres del país y los materiales que el suelo y la industria brindaban a sus habitantes. Su sobriedad y sencillez de sus soluciones no podían estar más a tono con los ideales modernos, al propio tiempo es pintoresca y de un gran colorido. La grandeza de sus escalas, colorido, amplios soportales, sus voladizos balcones, sus enormes rejas han sido admirados por viajeros de todos los tiempos, incluso por arquitectos de proyecciones enteramente modernas”.
Antes de retirarse del mundo, muchas personas quieren visitar La Habana: Los más grandes cantantes y músicos quisieron presentarse en los majestuosos teatros de La Habana. Quien no triunfa en La Habana no triunfa en América. “Vamos a hacer América”, decían los directores de las grandes compañías de teatro o música.
A La Habana no sólo vinieron hombres de todo el mundo a conocerla, muchos de ellos quisieron ser parte de la vida de esta ciudad. De esa manera, La Habana se convierte en un crisol de nacionalidades de la propia América, Europa, África, China, India y países del Oriente.
A veces en las películas de lejanos países observamos caras que nos parecen conocidas o, viajamos a otros países y encontramos gente que pensamos que conocíamos de Cuba. Sencillamente se trata de personas que tienen la raíz, la misma descendencia, en pueblos que se asentaron en La Habana: gitanos, sirios, libios, iraníes, iraquíes, polacos, gallegos, árabes. Egipcios, una verdadera Torre de Babel es esta ciudad.
Es cierto que existen ciudades fabulosas en el mundo, pero, en su gran mayoría, el hombre se siente ajeno, extraño, extranjero; algo que no sucede en La Habana.
A los amigos que nos visitan, lo primero que les digo es que, si caen desmayados en una calle o acera de la ciudad, siempre habrá alguien que los socorra y lleve a un centro de emergencia (Policlínico u hospital), nadie los abandona. Los visitantes quedan asombrados y, sobre todo, confiados. Saben que se encuentran como en su propia casa.
La Habana es la ciudad catalogada como “civilización”, por haberse convertido en la encrucijada de América en los tiempos modernos.
¿POR QUÉ LA HABANA ES LA HABANA?
Fueron muchos los viajeros que transitaron por La Habana. Los cronistas de la colonia, desde lejanos tiempos elogiaban la gran ciudad predestinada por los dioses y los hombres. Desde 1622, el fraile Antonio Vázquez de Espinosa, en una escala describe la ciudad como algo paradisíaco, un ambiente propicio para las inquietudes superiores del espíritu.
La Habana es muchas cosas: es historia, cultura y sangre, la componen, castillos, fortalezas, resistencia, lucha, hospitalidad, altruismo, gente amable.
Es alegría, vida bohemia, disfrute social. Es una ciudad que resguarda en sus predios múltiples tesoros que pueden por sí mismos contar buena parte de la historia.
«Hay que rescatar la memoria de La Habana, ello pertenece al patrimonio inmaterial de la nación. No se puede ir al futuro sin conocer y visitar el pasado» Eusebio Leal.
Qué linda es mi Habana
Todos admiran su malecón,
Quién ha querido pasear su Rampa.
Oh La Habana, mi preciosa Habana
Flor del caribe qué suave el mar
Baña con olas de espuma blanca.
(Tomado del Periódico Cubarte)
