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Frías, una flor oculta de la poesía cubana

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Cuando nacía en La Habana José Martí, en 1853, escribía en Camagüey aquel poeta y músico esclavo Frías, su bella “Oda Al Sol de Cuba”.  Simple coincidencia imposible de obviar.

¿Quién fue Juan Antonio Frías?  Cintio Vitier y Fina, lo sabían muy bien. Era definitivamente junto a otros hallazgos, una flor oculta de la poesía cubana.

Así llamó la pareja inolvidable a un libro de ensayos, que publicaron en 1978: “Flor Oculta de la Poesía Cubana”.

Saulo Antonio Fernández, en ISLA 1947, nos cuenta todo lo que ha sabido del mencionado creador.

Era Frías, un esclavo   muy viril y rebelde, rodeado de leyendas. Vivió en tiempos de Agramonte y de la Constitución de Guáimaro, en aquel Puerto Príncipe, que llenó de glorias a la Patria.

Bien se sabe, entre muchas cosas, y nada menos que por Gustavo Sed, un célebre y ya fallecido historiador camagueyano que, en 1860, ante el homenaje a Gertrudis Gómez de Avellaneda, celebrado en el Teatro Tacón, se declamó un poema de Frías.  

Por los periódicos de toda la Isla, fueron reproducidos sus textos, entre los cuales, merecen citarse, además de la Oda al Sol de Cuba, La Flor de la maravilla, Natividad del Redentor, sus décimas y otros. Se divulgó hasta un poemario de Frías, que se iba a editar, con un buen número de versos de su autoría.

Así comienza la Oda

AL SOL DE CUBA

Sol de mi Cuba esplendoroso y bello!

Con tu sacro destello,

con tu grandiosa, inextinguible llama,

mi rudo plectro inflama!!

y haz que en lenguas de fuego convertido

mi altivo acento suba más allá de tu trono esclarecido!

de animación y luz raudal fecundo,

y de la eternidad símbolo hermoso…….

Fue el cantor un gran revuelo editorial, no solo por la calidad de los poemas. Muchos quisieron recoger fondos para su libertad, como el concierto dado en 1865, por Alfredo Peyrellade, años en que mujeres blancas, como Sofía de Agüero y Barranco, eran amigas del poeta.  El esclavo le dedicó a Sofía, precisamente una contradanza, que representaba en nuestra historia, un reconocimiento poco frecuente para esos tiempos. Era esta dama una protectora de aquel hombre esclavo, que se destacó sin dudas, como poeta y músico, en el ámbito cultural principeño.

Es importante y muy importante que les diga, que Carlos Alfredo Peyrellade Zaldívar, era también cubano, de Camagüey, que nació en 1840   y fue un pianista clásico y educador musical que fundó el Conservatorio de música de igual nombre, aquí en la Habana.

Nunca fue encontrada la Carta de Libertad, correspondiente al esclavo.

En la primera parte de la Oda al Sol de Cuba, de Juan Antonio Frías, se lee:

Ígneo cimiento del alcázar divo

de Jove soberano,

Acoge los obsequios de un cubano,

Oye la voz de un infeliz cautivo!

Oh sol!! si cual se eleva a ti mi canto

Un cautivo, luchando en la manigua (1869), donde muere enfermo, y no fusilado, que se llama cubano,  mostrando con ello,  todo el gran aporte a la identidad de la Isla,  en época  tan lejana,   cuando nuestro pueblo heroico,  luchaba por alcanzar su libertad del gobierno español.

Fue unos años antes, en 1856, que el protector del poeta esclavo, el Señor Francisco de Agüero y Duque de Estrada, le dedica un Soneto.

¿Quién era este hombre, amigo de Frías?

Era el llamado Solitario, primo de Joaquín de Agüero, el valiente independentista. Nació en Puerto Príncipe, en junio de 1806. Era un hombre muy relacionado con las letras y su condición de poeta   le ganó mucho prestigio en aquella sociedad patriarcal.   Tuvo una gran postura anticolonialista y conspiraba con la Junta Revolucionaria, con la intención de apoyar a Joaquín.

Su Soneto a Juan Antonio Frías, dice así:

Canta ¡oh cisne de Cuba! canta!  canta!

Que al escuchar tus dúlcidas canciones,

Habrá mil vates que en sus dulces sones

Elogien el valor de tu garganta.

Sigue constante en la carrera santa

Donde goza el mortal sus impresiones,

Y del mundo fatal las aflicciones

Con frente altiva sin pesar aguanta:

Dichoso tú, que de mi Cuba bella

Puedes cantar a su fecundo suelo

Pues que natura su placer lo sella

En elevar tu canto al mismo cielo,

Mientras que yo sumido en mi quebranto

Soy el blanco fatal de amargo llanto.

-El Solitario del Tínima. Noviembre 20 de 1856.  Tomado de El Fanal. Puerto Príncipe, diciembre 4 de 1856, p. 3.

El Fanal, publicación del Cabildo de Puerto Príncipe.

Una sociedad esclavista los rodea.

Dichoso tú Juan Antonio Frías, que cantaste a tu fecundo suelo. Poeta y Músico cubano, esclavo, amigo.

¡Oh Cisne de Cuba, canta canta, eleva tu canto!!!

¡Canta a tu fecundo suelo, con tus dúlcidas canciones!!!

(Tomado del Periódico Cubarte)

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