Fotos: Juan Carlos Borjas
A teatro lleno han ocurrido todas las jornadas del vigesimosexto Festival Internacional de Ballet de La Habana que dirá hasta luego en la noche de hoy con un programa concierto que ha reservado variadas sorpresas para homenajear la celebración de los 70 años del Ballet Nacional de Cuba y los 75 años del debut escénico de Alicia Alonso en la obra Giselle.
En entrevista con Philippe Cohen, director del Ballet del Gran Teatro de Ginebra este nos comentó por qué trajo a Cuba su versión de Carmina Burana. “La idea de compartir Carmina Burana con el público cubano es porque se trata de una obra universal que mezcla la danza y la música con una fuerza artística que quise traer. Quiero que mis bailarines aporten al público cubano y viceversa. En definitiva, Cuba es una audiencia única”.
La coreografía estuvo a cargo de Claude Brumachon e incluyó la desgarradora composición musical de Carl Orff -a partir de 24 poemas escritos por goliardos entre los siglos XI y XIII-. Los veintidós bailarines de catorce nacionalidades del Ballet de Ginebra deslumbraron al público que asistió al Teatro Mella en dos funciones que mezclaron tradición y modernidad.
Al finalizar la entrevista, el director de la compañía dijo “es un verdadero sueño estar aquí y ver la relación del público con mi obra. Vine hace dos años al Festival pasado y me quedé encantado con las reacciones del público ante La bella durmiente y la danza contemporánea. Fue esa reacción la que me hizo regresar”.
