Un encuentro con la prensa sostuvo este jueves en el Gran Hotel Manzana Kempinski la delegación de personalidades del séptimo arte que asiste al Festival de Cine Francés, cuya edición número 24 comenzó la víspera en las salas del 23 y 12, Yara y Acapulco.
La ya larga trayectoria recorrida por el evento, próximo a cumplir medio siglo de existencia, fue abordada por el cineasta y productor Christophe Barratier, uno de sus fundadores junto a Nouredine Essadi, también presente en el intercambio.
El interés que el Festival ha logrado mantener, dijo, es apreciable tanto en la juventud de gran parte del público que asiste a los cinematógrafos habaneros, como en la de algunos integrantes de la delegación visitante, los cuales representan una nueva generación de cineastas franceses en ascenso.
Hizo énfasis en que, aún en momentos de cierta tensión en las relaciones entre Cuba y Europa, la cita ha logrado mantenerse gracias al interés manifestado por el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos, ICAIC.
Al referirse a determinadas dificultades técnicas y de logística enfrentadas por los organizadores, Barratier destacó la que recientemente añade la espuria declaración contra Cuba como país patrocinador del terrorismo, una vez que limita el acceso a los Estados Unidos de toda persona que haya visitado nuestro país y, con ello, la presencia en La Habana de miembros de la comunidad cinematográfica francesa con algún tipo de interés en la norteña nación.
De ahí que se haya visto disminuido el número de integrantes de la delegación que viene representando las películas que se estarán exhibiendo en la capital cubana hasta el próximo día 22.
Agradeció el apoyo siempre brindado por el ICAIC, la Cinemateca de Cuba, la Embajada de Francia y la Alianza Francesa y dijo sentirse complacido por la recepción que ha tenido su película “El tiempo de los secretos”, presentada durante la jornada inaugural en el Yara, así como por el homenaje que el Festival tributa a Jacques Perrin, de quien es sobrino y al que agradece su entrada en el mundo del cine.
En su calidad de director, junto a Barratier, de la asociación francesa Cinemania, Nouredine Essadi, dijo que también como parte de su labor han organizado un Taller de Producción que se imparte por estos días en la Fábrica de Arte Cubano.
Añadió que además han contribuido, junto a la Embajada de Francia, a la participación de cineastas de la Mayor de las Antillas en el Festival de Cannes, en los talleres de verano, en la prestigiosa escuela de animación Gobelins y en Calle 23, cineclub parisino dedicado a las producciones cubanas contemporáneas.
Al intervenir en el encuentro, los jóvenes realizadores Darius Kaufman y Eytan Jan, autores del documental que se presenta este viernes, “En el calor de los años fríos”, apuntaron que es su propósito mostrar cómo, en medio del aislamiento al que se pretendió someter a Cuba en los años 60 del pasado siglo, el cine fue una ventana abierta al mundo; el valor del patrimonio cinematográfico con que cuenta la nación; el cine de calidad que se produce en el país pese a las limitaciones económicas y la pasión que despierta el séptimo arte en el público cubano.
Por su parte, el Excmo. Sr. Laurent Burin Des Roziers, Embajador de Francia en Cuba, dijo sentirse conmovido por el interés que manifiestan por el cine de su país, los espectadores de este archipiélago caribeño, interés que también expresa el público francés por las películas cubanas.
En tal sentido señaló que, en estos precisos momentos, en el mismo corazón de París, en el cineclub Calle 23, se presenta un ciclo con filmes realizados en nuestro país.
Destacó el diplomático cómo el Festival proporciona, además, encuentros profesionales, como el antes mencionado Taller de Producción, que tiene lugar por estos días en la Fábrica de Arte Cubano.
Finalmente agradeció a la asociación Cinemania su perseverancia en la organización de Festival a lo largo de 24 años, así como el apoyo brindado por el ICAIC y la Cinemateca de Cuba.
Palabras de agradecimiento también tuvieron el vicepresidente del ICAIC Roberto Smith y Susana Molina, directora de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, por la sostenida existencia de un evento que tanto tributa a la cultura, a la espiritualidad de nuestro pueblo. (Tomado del Periódico Cubarte)
