Los estrechos vínculos históricos y culturales entre Cuba y Uruguay quedaron este viernes de manifiesto con la visita del embajador caribeño en ese país, Héctor Fraginals, a la Casa de la Cultura Afrouruguaya, símbolo de resistencia e identidad.
Isabel Chabela Ramírez, secretaría general del centro, declarado Patrimonio de Montevideo, dio la bienvenida al diplomático con la frase "esto nos da nuevas energías", y calificó la visita de hecho histórico ante las múltiples similitudes compartidas en el ámbito cultural.
La también funcionaria del Ministerio de Desarrollo Social explicó las características de la institución, inaugurada de manera oficial en 2011 y gestada en 2007 con la aprobación de una ley que estableció el 3 de diciembre como Día Nacional del Candombe, la Cultura Afrouruguaya y la Equidad Racial.
"Tenemos cosas para rescatar de nuestros pueblos", expresó Chabela, quien consideró importante encauzar juntos otras formas de pensar y "establecer alianzas de largo plazo".
En ese sentido, se planteó la posibilidad de realizar en forma conjunta actividades que contribuyan a enriquecer todavía más las relaciones entre ambos pueblos, como forma de contrarrestar los patrones culturales que se intentan imponer desde occidente.
Para el diplomático cubano, en la actualidad no hay cosa más urgente que salvar a la humanidad a través de la cultura, dado el proceso de desideologización galopante hoy en el mundo moderno que nos llega por cualquier vía.
Fraginals alabó el trabajo que se realiza desde este centro donde no solo se promueve el conocimiento, la valoración y el aporte de los afrodescendientes y su acervo histórico, sino también su contribución a la reafirmación de la identidad a través de las diversas manifestaciones artísticas.
La Casa de Cultura Afrouruguaya dispone de una biblioteca y archivo documental, y desarrolla actividades, cursos y talleres vinculados a la cultura del Candombe (manifestación autóctona, la música, la danza y el canto, entre otros.
