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Camagüey, danza total en días como hoy

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Dentro del panorama de la danza cubana, Camagüey se sigue ratificando como sitio de excelencia para el encuentro, el intercambio artístico, de pensamiento e impulso para emprender caminos de progreso en la danza escénica folklórica. Ya empezó la edición 2023 del Festival Internacional Camagua Folk Dance y la añeja ciudad se torna anfitriona elegante para hacer converger diversidad de formas y modos de entender el hecho danzario, justo en homenaje al aniversario 510 de la fundación de la Villa de Santa María del Puerto y el Príncipe, hoy Camagüey.

Danza en la totalidad de sus comportamientos y expresiones. Muestras artísticas en teatros, plazas, calles y comunidades, coloquios, clases magistrales, talleres, muestra de videos, presentaciones de publicaciones y el esperado concurso de parejas de baile -plato fuerte y de gran curiosidad de este diciembre 2023. Con marcada voluntad integradora Camagua Folk Dance, acción gestada por el empeño sostenido de Fernando Medrano Vireya, líder de la Compañía Folklórica Camagua, con el acompañamiento de varias instituciones nacionales, territoriales, la Sección Cubana del Comité Organizador de Festivales Folklóricos (CIOFF) y con la estimable generosidad de artistas de Cuba y el mundo que insisten por hacer de la danza un puente oportuno de felicidad. El Festival, aun centrado en su sello convocante alrededor de las expresiones músico danzarias de la cultura popular tradicional, acoge sin distinciones de géneros o maneras de asumir el quehacer dancístico, al presente de la manifestación con todos los matices y disposiciones que hacen de la danza un acontecimiento vivo, pleno de leyendas, inmenso depósito cultural y peripecia narrante de las más disímiles historias particulares y obsesiones creativas de sus gentes.

Pensada como una suerte de festividad total y convite al divertimento, la reflexión y a la ganancia de creativos y públicos, ya están en Camagüey agrupaciones, artistas, investigadores, docentes, especialistas de toda Cuba y de varios países del mundo. Presencial o virtual, directa o indirecta, profesional o amateur, invitado u organizador, público o hacedor, entre el 10 y el 17 de diciembre en Camagüey se vive el Camagua Folk Dance como movimiento que se levanta por la coexistencia de formas, estilos y técnicas, al punto de fusionarlas sin demarcaciones aparentes.

Creo que el juntarnos hoy en torno a la danza espectacular de matiz tradicional, popular, folklórica, desafiando distancias, caminos, realidades, temporales lluviosos, es un acto de infinita convicción y apuesta decisiva por la existencia. A través de la escucha, el roce y la atenta mirada, distinguimos y actualizamos esos espacios bailantes, sonoros, poéticos que construyen y reconstruyen nuestra identidad y memoria, nuestra forma de relacionarnos y nuestra manera de ser y estar en el mundo. Las contraseñas referenciales que poseen nuestras danzas y músicas, sus pasos y toques, sus ritmos y cadencias, nos hacen apropiarnos de cuentos y leyendas para refuncionalizar los relatos en nuevo tiempo y en novel espacio. Acierto en la conformación de las biografías dancísticas, musicales, las de ayer y del presente, nacionales y trasnacionales. Así, el Camagua Folk Dance nos brinda múltiples vías de acceso a la actualidad inmediata del ser danza hoy. 

Y posibilitando adentrarnos en la actualidad de la danza, de esa que coreógrafas y coreógrafos, bailarinas y danzantes fabulan para sorprender en cofradía musical, visual e imaginativa (tal como ocurre en las presentaciones artísticas y el esperado concurso); viene el socorro del pensamiento para tornase vehículo muy oportuno. De este modo, por ejemplo, los maestros colombianos Astergio Pinto y José Luis Tahua, socializan itinerarios que, de tan personales, se vuelven comunes en sus universos patrios compartidos. Parafraseándolos desde sus proyectos individuales: Astergio, el cuerpo como vínculo y, al mismo tiempo, extensión de la línea materna para construir la presencia física de su corporeidad performativa e investigativa. Su corporalidad en energía que se instala en el espacio y que se pone en riesgo al interrelacionarse con “lo” otro (lugar y territorio, enunciación y ancestralidad, indígena Wayuu y latinoamericano, etc.). Tahua, por su parte, siendo investigación/creación en su “cartografía de lugar”, divisa la herencia simbólica del cuerpo y la danza, establece una puesta en cuestión al devenir histórico de la disciplina, evidenciando dos aspectos fundamentales: el lugar donde se construye conocimiento y producen teorías dancísticas, y la identificación, el reconocimiento del poder simbólico que han marcado el devenir de la danza en comunidad. Similar sendero traza el maestro mexicano Miguel Ángel Pineda Martínez desde su laboratorio sostenido de creación en la Compañía de Danzas y Bailes Tradicionales Alma Mexicana. 

Camagua Folk Dance 2023, abre la agenda de programación a lo diverso que puede producir en vigencia y en porvenir de la no renuncia por la ampliación del objeto de atención que la danza proyecta al mundo. Mundo que reclama por el bienestar de sus mujeres y hombres, de la paz que junta culturas y universos. Mundo de bailes y danzas, de músicas y sonoridades, de vestuarios, ornamentos, accesorios y decorados hablantes. Hoy por hoy, uno de los dilemas que más definen la relación de nuestras danzas con sus historias y los modos viajeros que trascienden fronteras y épocas, es precisamente la reciprocidad entre el mundo como cuerpo universal y el cuerpo como mundo posible de la subjetividad y la aventura de nuestra especie. Siendo eficaz que la agenda del Festival acoja la presencia virtual de agrupaciones y parejas de otras latitudes geográficas, para insistir en acortar distancias, lejanías y cercanías.

Quiérase que Camagüey siga siendo ese enclave mágico también para el depósito y la apertura francas en la danza toda, más allá de tendencias y preferencias, de apuestas y alcances. Sin dudas, con los festivales Camagua Folk Dance, como viene siendo con el Olorum, con la porfía amable de sus mentores Fernando Medrano y Reinaldo Echemendía, esas rutas trazadas alrededor de lo mejor de la cultura popular tradicional se acoplan y ensancha para una danza total en días como hoy. (Tomado del Periódico Cubarte)

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