El impacto de la edición en lengua inglesa de Afrocubanas: historia, pensamiento y prácticas culturales, abarcadora selección de textos orientados a poner en su justo lugar el papel de las mujeres negras y mulatas en la fragua, evolución y destino de la sociedad cubana, invita a renovar la mirada hacia una obra de irreductible originalidad y pertinencia y a resaltar la vitalidad intelectual y el permanente compromiso con los ideales de justicia de una de sus autoras, Daysi Rubiera Castillo.
Puesto en circulación en Estados Unidos, a mediados del año pasado, bajo el cuidado de la doctora Devyn Spence Benson y con traducción de la doctora Karina Alma, el libro, cuya edición príncipe corrió por cuenta de la casa habanera Ciencias Sociales en 2011, ha conseguido en pocos meses convertirse en un referente más allá de los ámbitos académicos.
Para Anasa Hicks, profesora de estudios sobre el Caribe, el lanzamiento en lengua inglesa ha sido un acontecimiento trascendente: «El análisis de las fuentes de archivo de los historiadores más innovadores de Cuba, la compilación de escritos de mujeres afrocubanas a lo largo del siglo xx y las discusiones convincentes sobre la vida de las mujeres negras en la Cuba del siglo xxi se combinan para hacer de este libro una lectura esencial para cualquier persona interesada en estos temas».
En Alabama, la profesora Kelly Urban apuntó: «Quienes enseñan sobre los temas de América Latina y el Caribe; esclavitud y racialidad, o feminismo y género, deben asignar este libro como material docente, pues las voces reunidas allí tienen el potencial de revolucionar su rumbo».
La Benson coloca el acento acerca de la resemantización de lo afrocubano, en tanto supera la asociación con una tradición cultural determinada y resalta «la naturaleza interseccional de las experiencias de las mujeres negras y mulatas, es decir, cómo examinar estas experiencias utilizando un enfoque que analiza color de la piel, raza, género, clase, orientación sexual, religión y ubicación geográfica todo junto».
Una de las animadoras del proyecto, Inés María Martiatu, lamentablemente falleció en 2013, pero su legado se halla vivo en esta y otras relevantes obras, particularmente relacionadas con la historia del teatro cubano.
La otra, Daysi Rubiera, rebasó no hace tanto la octava década de existencia en plena actividad. Ahora mismo se halla enfrascada en significar la vida y trayectoria artística de la actriz Hilda Oates (1925–2014). Se trata de dar continuidad a una saga que cuenta, entre sus más logradas realizaciones con Golpeando la memoria (Ed. Unión, 2005), Desafío al silencio (Ciencias Sociales, 2010), y Emergiendo del silencio (junto a Oilda Hevia, Ciencias Sociales, 2016).
Pero sin lugar a dudas, su aporte mayor a la literatura testimonial que arroja luz sobre la existencia de las mujeres negras en la historia del país ha sido Reyita, sencillamente. Luego de obtener mención en el Premio Casa de las Américas, y ediciones sucesivas a cargo de World Data Research Center / Pro Libros en 1997, Verde Olivo en 2001 y el Fondo Editorial de Casa de las Américas en 2011, la obra, traducida al inglés y al alemán, ha circulado profusamente a escala internacional.
La protagonista es la madre de la autora, mujer negra, de pueblo, luchadora, víctima de discriminación racial y social, y a la vez portadora de voluntades, sueños y esperanzas, que se hacen visibles mediante un poderoso e inspirador testimonio.
Santiaguera de pura cepa, orgullosa de las tradiciones patrióticas de su ciudad, de memoria agradecida hacia Fidel y Almeida, y de respeto hacia Raúl, Daysi Rubiera ha sabido llevar desde la máxima coherencia el compromiso revolucionario, la investigación histórica y el activismo antirracista. De ahí que siga con atención la implementación del Programa Nacional contra el Racismo y la Discriminación Racial y haga votos por que cada paso esté asistido por el máximo rigor científico, y no haga la más mínima concesión a la improvisación y el voluntarismo. Con ella, afirma, pueden contar.
Fuente: Granma
